Noviembre 2007
Bueno, siempre he hablado de los ángeles que me rodean, aquí les mostraré algunos que uno puede ver con los ojos..mi ángel de la quimioterapia número cuatro...mi querida hija Carolina.
Aquí se encuentran los ángeles celestes, las de color azul, todas en distinto momento cuidan de mí.
El responsable de infundir esperanzas en un mañana mejor, mi doctor Armando Peña.
Existen ángeles que uno no puede ver, pero que siempre te acompañan adonde quiera que vayas y en los momentos más amargos y difíciles que puedas tener. La vida es maravillosa aunque a veces te patee, te sacuda o te haga pedazos. Nada de eso importa.
Lo importante es que la vida te entrega momentos maravillosos en que todo tiene valor y sentido. Las sonrisas de tus hijos, de tus nietos. Los momentos de compartir con una amiga, los momentos de trabajar, pensando que lo que tú hagas será bueno para otros...en fín todo y cada cosa que realicemos en la vida tiene un gran significado para otro ser humano. Todo tiene una causa y un efecto. Sólo que muchas veces lo olvidamos.
Ultimamente, he tenido la alegría de ir al Mes de María acá en la Capilla donde cuando era pequeña conocí a Jesús y a la Virgen María. Años más tarde conocí también a Javier mi esposo...cosas de la vida. Lo simpatico y agradable es que ya coopero con rezar uno que otro misterio. Y ha sido una experiencia preciosa. Y no habría pasado si hubiera estado lejos...y no le habría encontrado tanto significado si no estuviera pasando por todo esto.
Abrazos...
Mell