30 diciembre, 2007

De regreso al norte, aunque sea sólo por Navidad:

Lo primero que recuerdo es cuando el avión posa sus ruedas en las tierras nortinas y el paisaje árido, café de cerros imponentes se muestran orgullosos, altivos, de frente a el un mar amplio de color azul transparente, que baña toda la costa con una belleza natural que se luce con arrogancia frente a este desierto, y yo no lo pude evitar, las lágrimas caían y caían, la emoción de volver al hogar me invadía profundamente.

Al descender pude ver a mis hijos, esposo, yerno y a mis exquisitos nietos con sus pancartas. Ahí estaban todos. Una alegría maravillosa que me apretaba el corazón y ya no habían más lágrimas. Nuestro encuentro fue pletórico de abrazos y flores. El recorrido a casa fue lleno de conversación y charla amena con bromas sobre todo lo que me esperaba por hacer, según ellos.

Encontré el jardín tan hermoso, con los amorosos cuidados de mi esposo, lleno de cactus que habían florecido locamente. Un hermoso letrero que decía “Bienvenida mamita”, que aún al día en que me marche seguía puesto en el frontis de mi casa.

Al abrir la puerta de mi casa, se veía tan hermosa la luz del sol entrando por todos lados, todo tan pulcro, tan ordenado, tan silencioso.

Termine de abrir la puerta y un coro de voces dice “sorpresaaaaa”, ay Dios, menos mal que mi corazón esta sano. Que alegría más grande ver tantos rostros amorosos.

Amigas, ex-compañeras de trabajo.

Mi querida Dentista Ana María, con sus correos electrónicos, mandando buenas vibras y hermosos mensajes.

Milsas con su especial y pícara manera de darme ánimos todo este tiempo y la tierna Carlita. Que con su ternura siempren ha tenido palabras de aliento.

compañeras de trabajo, Jessica que conozco hace tantos años y nuestra amistad ha sido toda una aventura, junto a Lulú y a mis jefes la Sra. Ana, Don Pedro, que han sido un gran apoyo en estos meses, con su preocupación y su cariño. Wang Su Li (Susana) que fue el primer rostro que apareció frente a mí para darme la Bienvenida algo diferente en su español recién aprendido.

Mis queridos compadres, seres que han sido importantes en mi vida y han estado rezando permanentemente por mí.Las amistades de ayer, de hoy, de siempre como la de Eugenio e Ingrid a quienes conozco por trabajo y después cultivamos una serena amistad.



Carolina Vicentela, quien llegó de Antofagasta por unos meses a nuestro hogar y ha sido un ángel con todos nosotros.

Myriam, con su mamita y con sus hijas aquí falta Cinthy que estaba de turno en el hospital. Ellas han estado en contacto siempre, brindando su apoyo y sus palabras tan necesarias cuando uno esta lejos.


Mi querida Alina Averanga, fortalezemos los lazos entre Bolivia y Chile.

Tan cariñosa y animosa a través de sus correos.

Fue una tarde plena, el alma llenita de amor de mis hijos, de mis hijas, de mi esposo, de mis nietos, de los seres que me aprecian.

Mi casa llena de flores, que bendición poder verlas, esta demostración de cariño y afectos. Ahora que estoy viva que puedo retribuirles y decirles a todos cuanto los quiero y los amo.

Que bueno poder sentir el aroma de las flores, extasiarme de su belleza, ahora que siento, que respiro, que vivo.

Penúltima...

Parte de los recuerdos de infancia también los he podido vivir aquí…

Realmente no había escrito acerca de mi penúltima quimioterapia que fue a principios de Diciembre. Creo que porque no fue tan fuerte como todas las anteriores y me quedé con la sensación de estar esperando lo peor, con una mezcla de temor y ansiedad por algo que no llegó. Obviamente muy positivo para mí. Existieron factores que yo considero importantes que dieron estos resultados. Están los científicos y los religiosos. Y optó por supuesto por los últimos sin menospreciar los primeros. Teniendo en la mente también los incentivos que mis hijos dejaron en un poster que me encanta.

Desde que llegué a San Bernardo comenzaron unos días de suave rumor de verano, en la casa de mis padres pocas cosas han cambiado y mucho se mantiene tal cual. Me agrada ver los árboles que van quedando en el sitio, que prometen dulces frutas para la temporada. El horno de barro que invita a preparar pan amasado o unas ricas empanadas. Al fondo del patio el tesoro mejor cuidado de mi madre…su gallinero. Yo, pienso que las gallinas me odian, debido a que cada vez que yo estoy de visita más de una se sacrifica en nombre de mi salud. Soy la más afortunada con sus huevos y sopas.

Permanezco en la misma habitación que compartí muchos años con mi hermanita, se conserva intacta. Ahora tengo ahí mis fotos por todas partes que me recuerdan que sólo estoy de visita pues mi hogar esta en el norte.

Mientras estoy acá recorro las calles que me vieron crecer y convertirme en mujer. Las mismas que en la infancia me llevaron a mi escuela, donde encontré compañeras y amigas, por donde recogía flores para mi madre al regresar del colegio a casa, calles que me llevaban al mes de María, a la iglesia, las que también recorrí de la mano de un enamorado, en fin un millón de recuerdos que se reviven en forma positiva para seguir recorriendo este largo camino que me tiene aquí. El cariño de la gente también lo he podido sentir en las antiguas vecinas y en las pocas amigas que viven aún por estos lados.

Como Lucy, mi amiga que a pesar de las vicisitudes de la vida sigue conservando su alegría para enfrentar el día a día. La admiro porque no ha perdido esta magia que a uno la hace especial para los demás y que a veces los que la rodean no la valoran. Es una persona de conversación llana y abierta. Muy buena dama de compañía como se autodenomino para acompañarme en el hospital en mi quinta quimioterapia.

Aunque ella sabía que quizás no sería fácil, creo que las dos quedamos asombradas por lo que ocurrió…

Una semana antes de la quimioterapia, en mi mente pululaba la falta de aceptación a este trámite impuesto por la mano de Dios.

Había tenido cierta angustia en la soledad de mi habitación, en esos momentos en que llegan algunos pensamientos que no siendo negativos, son difíciles, mi vida se centra en la base espiritual que me conforta y me sostiene como he mencionado muchas veces.

En mi interior le decía a la Virgen que me cuesta cada vez, por todo lo que implica, estaba yo en toda esa meditación muy dolorosa. Cuando de pronto mi ser comenzó a sentir resignación y entrega a la buena voluntad de Dios. Y le dije si quieres que yo pase por todo esto, esta bien, lo pasaré, sólo te pido las fuerzas necesarias para no decaer. Que aunque me arrastre sepa que tu compasión caerá sobre esta humanidad que te ama profundamente.

La aceptación. Sé que es difícil. Sobre todo porque sabes que vas al sufrimiento. Voluntariamente. Libre albedrío. Igual que todo en la vida de un cristiano.

Pues bien, estos días previos siento que tuvieron una respuesta inesperada. Fue una de las quimioterapias que he soportado de mejor manera, no quiero sonar incoherente, aunque no soy merecedora, pero sentí como la protección de mi querida madre la Virgen María estaba ahí, cerca de mi cabecera. Y un montón de cosas más que me reservo y que siento maravillosas para mí ser.

Mi amiga Lucy, se autodenomino “dama de compañía”, y así lo fue toda una dama que me acompaño y compartió conmigo como hacía muchos años no lo hacíamos. Reencuentro de viejas amigas, que se conocen desde los tiernos años de la infancia y que la vida nos ha conducido por caminos diferentes, pero con las mismas ganas de salir adelante y de vivir profundamente la vida.

18 diciembre, 2007

Desierto florido en mi jardín.

Cuando la naturaleza desafia toda imaginación y aquellas que solamente parecían plantas espinosas, te refrescan y extasian tus sentidos demostrando que aún en el desierto más seco del mundo, es posible verlas en todo su esplendor.
Con vista al mar, respirando la suave brisa que cada día les llega hasta mi jardín, se encuentran estas coquetos cactus, que decidieron regalarnos sus bellas flores para adornar el fruto de tanto trabajo de quien las cuida (que no soy yo).










Arriba en el altiplano, sus parientes se encuentran en condiciones similares entregando un paisaje de belleza y aspecto embelesador.




Y de noche cuando pensamos que todo duerme, es cuando en conjugación con la luna deciden mostrarse plenamente, exhalando un suave aroma que recuerda la lavanda. El perfume más agradable que no podría encontrar en ninguna parte, más que en mi jardín.

Un hermoso jardín sólo es fruto de un buen jardinero...se podría aplicar para mucho en la vida. Y podríamos estar en lo cierto. Ya que sí cualquier cosa que realices en esta vida la haces con amor, no dudes que los frutos serán similares a estas hermosas flores, nacidas de entre los más espinosos cactus del desierto más árido del mundo.

11 diciembre, 2007

En sus brazos...

Como decirlo para que no suene raro, pero lo cierto y muy verdadero es que ella es una verdadera madre, una que es capaz de obviar mis bajezas y sólo mirar mis necesidades, una madre capaz de mirarme con amor sin sentir compasión de mí.De regalonearme en sus brazos sin siquiera tocarme, porque ella es así, es pura, intercesora, y lo más increible que la puedo sentir cada vez más cerca a tráves del Rosario, que es como la comunicación suave y simple en comunión con todo lo que ella me pide, que no es nada en comparación a todo lo que me da.
Me refiero a nuestra querida Virgen María. Venerada por pueblos y naciones. Madre Universal. Que llega hasta el último rincón donde uno la necesite.

En sus brazos...me imagino sosteniendo toda esta humanidad mía.
Que sólo se conforma con que esta madre me pueda mirar por un segundito con el amor con que mira a su hijo.

El rosario es como una suave conversación, susurrando en sus Ave María, la dulce súplica y los agradecimientos por todo lo que día a día nos regala generosamente.

Me pregunto muchas veces...porque no me hice el tiempo antes?
Y le agradezco que me lo recuerde hoy con ese denario que tengo siempre conmigo.

Mell










02 diciembre, 2007

Los ángeles visibles que me rodean...

Noviembre 2007














Bueno, siempre he hablado de los ángeles que me rodean, aquí les mostraré algunos que uno puede ver con los ojos..mi ángel de la quimioterapia número cuatro...mi querida hija Carolina.

Existen otros ángeles que visten de blanco y que tienen un gran espiritu de servicio para aquello que sólo podría ser su trabajo y que realizan con mucha vocación y cariño...




Aquí se encuentran los ángeles celestes, las de color azul, todas en distinto momento cuidan de mí.


El responsable de infundir esperanzas en un mañana mejor, mi doctor Armando Peña.


Existen ángeles que uno no puede ver, pero que siempre te acompañan adonde quiera que vayas y en los momentos más amargos y difíciles que puedas tener. La vida es maravillosa aunque a veces te patee, te sacuda o te haga pedazos. Nada de eso importa.
Lo importante es que la vida te entrega momentos maravillosos en que todo tiene valor y sentido. Las sonrisas de tus hijos, de tus nietos. Los momentos de compartir con una amiga, los momentos de trabajar, pensando que lo que tú hagas será bueno para otros...en fín todo y cada cosa que realicemos en la vida tiene un gran significado para otro ser humano. Todo tiene una causa y un efecto. Sólo que muchas veces lo olvidamos.
Ultimamente, he tenido la alegría de ir al Mes de María acá en la Capilla donde cuando era pequeña conocí a Jesús y a la Virgen María. Años más tarde conocí también a Javier mi esposo...cosas de la vida. Lo simpatico y agradable es que ya coopero con rezar uno que otro misterio. Y ha sido una experiencia preciosa. Y no habría pasado si hubiera estado lejos...y no le habría encontrado tanto significado si no estuviera pasando por todo esto.
Abrazos...
Mell