11 diciembre, 2007

En sus brazos...

Como decirlo para que no suene raro, pero lo cierto y muy verdadero es que ella es una verdadera madre, una que es capaz de obviar mis bajezas y sólo mirar mis necesidades, una madre capaz de mirarme con amor sin sentir compasión de mí.De regalonearme en sus brazos sin siquiera tocarme, porque ella es así, es pura, intercesora, y lo más increible que la puedo sentir cada vez más cerca a tráves del Rosario, que es como la comunicación suave y simple en comunión con todo lo que ella me pide, que no es nada en comparación a todo lo que me da.
Me refiero a nuestra querida Virgen María. Venerada por pueblos y naciones. Madre Universal. Que llega hasta el último rincón donde uno la necesite.

En sus brazos...me imagino sosteniendo toda esta humanidad mía.
Que sólo se conforma con que esta madre me pueda mirar por un segundito con el amor con que mira a su hijo.

El rosario es como una suave conversación, susurrando en sus Ave María, la dulce súplica y los agradecimientos por todo lo que día a día nos regala generosamente.

Me pregunto muchas veces...porque no me hice el tiempo antes?
Y le agradezco que me lo recuerde hoy con ese denario que tengo siempre conmigo.

Mell