Lo primero que recuerdo es cuando el avión posa sus ruedas en las tierras nortinas y el paisaje árido, café de cerros imponentes se muestran orgullosos, altivos, de frente a el un mar amplio de color azul transparente, que baña toda la costa con una belleza natural que se luce con arrogancia frente a este desierto, y yo no lo pude evitar, las lágrimas caían y caían, la emoción de volver al hogar me invadía profundamente.
Al descender pude ver a mis hijos, esposo, yerno y a mis exquisitos nietos con sus pancartas. Ahí estaban todos. Una alegría maravillosa que me apretaba el corazón y ya no habían más lágrimas. Nuestro encuentro fue pletórico de abrazos y flores. El recorrido a casa fue lleno de conversación y charla amena con bromas sobre todo lo que me esperaba por hacer, según ellos.
Encontré el jardín tan hermoso, con los amorosos cuidados de mi esposo, lleno de cactus que habían florecido locamente. Un hermoso letrero que decía “Bienvenida mamita”, que aún al día en que me marche seguía puesto en el frontis de mi casa.
Al abrir la puerta de mi casa, se veía tan hermosa la luz del sol entrando por todos lados, todo tan pulcro, tan ordenado, tan silencioso.
Termine de abrir la puerta y un coro de voces dice “sorpresaaaaa”, ay Dios, menos mal que mi corazón esta sano. Que alegría más grande ver tantos rostros amorosos.
Amigas, ex-compañeras de trabajo.
Mi querida Dentista Ana María, con sus correos electrónicos, mandando buenas vibras y hermosos mensajes.
Milsas con su especial y pícara manera de darme ánimos todo este tiempo y la tierna Carlita. Que con su ternura siempren ha tenido palabras de aliento.
compañeras de trabajo, Jessica que conozco hace tantos años y nuestra amistad ha sido toda una aventura, junto a Lulú y a mis jefes la Sra. Ana, Don Pedro, que han sido un gran apoyo en estos meses, con su preocupación y su cariño. Wang Su Li (Susana) que fue el primer rostro que apareció frente a mí para darme la Bienvenida algo diferente en su español recién aprendido.
Mis queridos compadres, seres que han sido importantes en mi vida y han estado rezando permanentemente por mí.Las amistades de ayer, de hoy, de siempre como la de Eugenio e Ingrid a quienes conozco por trabajo y después cultivamos una serena amistad.
Myriam, con su mamita y con sus hijas aquí falta Cinthy que estaba de turno en el hospital. Ellas han estado en contacto siempre, brindando su apoyo y sus palabras tan necesarias cuando uno esta lejos.
Mi querida Alina Averanga, fortalezemos los lazos entre Bolivia y Chile.
Tan cariñosa y animosa a través de sus correos.
Fue una tarde plena, el alma llenita de amor de mis hijos, de mis hijas, de mi esposo, de mis nietos, de los seres que me aprecian.
Mi casa llena de flores, que bendición poder verlas, esta demostración de cariño y afectos. Ahora que estoy viva que puedo retribuirles y decirles a todos cuanto los quiero y los amo.
Que bueno poder sentir el aroma de las flores, extasiarme de su belleza, ahora que siento, que respiro, que vivo.