Solos...

Parecía lejano el día, pero no tardo tanto. Me encuentro a solas, a solas con mi mente, con mis pensamientos, con el amor de mis 17, después de 26 años transcurridos... Aquí frente al computador escuchando la aterciopelada voz de Barry White, que me seduce con sus canciones y me apasiona el escucharlo. Ultimamente, todo ha sido nuevo, nuevos achaques, nuevos disgustos, nuevos motivos de confrontación. En el interior del seno familiar y en el exterior del mundo que parece no querer paz. Siempre he deseado saber el porque ocurren las cosas en esta vida y tratar de encontrar razones, motivos que avalen, disculpen, certifiquen y respalden lo que va sucediendo, tanto dentro de mi circulo íntimo y frágil, como en el día a día de lo terrenal. Amo a mis hijos, razones de dar vida y motivos para vivir...Amo a mis hijos, ayer yo era todo en su vida, hoy soy parte de la vida que los rodea. Alguién más que existe, para estar ahí, cuando así sea requerido. Pero, hoy frente a mí, veo a unos gigantes, que apasionados de la vida, parecen minimizarme. A veces duele, a veces sólo soy tan pequeña, que no lo siento...no mentira, siempre lo siento, y cada vez duele más. Pués no importa, el resto del mundo, sino "tu mundo", aquel que uno alimentó y vió crecer. La nostalgía quiere visitarme, pero no quiero dejarla entrar. Es una de esas visitas que cuesta sacar de casa...como el mal genio. Me refugio en lo divino y en lo místico que Dios despierta en mi corazón. Y me quedó ahí calladita y quieta para poder escucharlo y saber que desea de mí. Creo, que padezco algún tipo de sordera, pués aunque me esfuerzo, creo que a veces no lo escucho. O será que no quiero escuchar. Al menos eso es lo que me dice mi corazón o los pensamientos que llegan a mi mente.