Mi último Licenciado.

Este mes también tuve la dicha de ver como el último de mis hijos, subia al escenario donde recibió su Licenciatura de Enseñanza Media. Nadie imagina, que ese fue uno de los momentos más felices de todo este año 2005 para mí. Creo, que ha sido uno de los partos más difíciles que he tenido, de verdad. Su llegada a este mundo, fue muy difícil, así como también su salud desde pequeño, quebradiza y frágil. Hoy, que lo veo tan alto a mi lado, fundido en un gran abrazo conmigo. No puedo sino recordar que ayer yo lo abrazaba a él tan pequeño. Y hoy es él, quien me acoge en sus brazos. Su rostro aún conserva la ternura de su infancia, y no me creerán que aún se recuesta a mi lado y me cuesta sacarlo de mi cama. Aunque sus intéreses y sus objetivos van camino de la madurez de un joven de 19 años. Parece tomar la vida de una manera más relajada y pausada. No vive apurado y atropellando la vida como su madre, sino que disfruta pausadamente el día a día. Amo a este joven, como ame a aquel pequeño que un día acune entre mis brazos. Y aunque él no se lo imagina, me dió uno de los días más alegres para mí este año que finaliza. Lo que viene más adelante es eso, parte del futuro que él solamente puede construir. Sólo él.

El viejito pascuero...existe?

Cuando dos pequeños rostros me preguntan con sus miradas, esta vieja pregunta. Cuál crees que será mi respuesta?. Obviooooooooooo. Como borrar de esas tiernas miradas, esa ingenua espectativa de que pronto vendrá por el cielo, un viejito de barba blanca y traje rojo, que les traerá dulces y regalos. Imposible. Aunque me cueste creer, a mí también me embelesa la idea de esperar a ese viejito, aunque mi regalo sea algo para mi cocina, o quien sabe algún artefacto para la limpieza. Porque el viejito llegá para todo el mundo, con menor o mayor generosidad, trata y trata de llegar a todos los rincones. Hoy, fuimos a esperarlo al Jardín Infantil donde trabaja Karina. Y ahí estabamos los tres esperando al famoso señor del traje rojo y sonrisa amplia. El pobre con este sol desertico debe haber llegado todo sopeado como quien dice, pero llegó. Y era el más esperado de todos. Aunque antes, había aparecido Barney, Clifford, Un teletubie, Spartacus. Sin duda alguna, este viejito era el más famoso y conocido de todos los niños. El solo hecho de ver sus rostros es conmovedor para cualquier adulto. Nadie puede quedar ajeno a sentir y vibrar con los sentimientos de los niños. Porque creer es magia. Y los niños tienen esa magia.

Solos...

Parecía lejano el día, pero no tardo tanto. Me encuentro a solas, a solas con mi mente, con mis pensamientos, con el amor de mis 17, después de 26 años transcurridos... Aquí frente al computador escuchando la aterciopelada voz de Barry White, que me seduce con sus canciones y me apasiona el escucharlo. Ultimamente, todo ha sido nuevo, nuevos achaques, nuevos disgustos, nuevos motivos de confrontación. En el interior del seno familiar y en el exterior del mundo que parece no querer paz. Siempre he deseado saber el porque ocurren las cosas en esta vida y tratar de encontrar razones, motivos que avalen, disculpen, certifiquen y respalden lo que va sucediendo, tanto dentro de mi circulo íntimo y frágil, como en el día a día de lo terrenal. Amo a mis hijos, razones de dar vida y motivos para vivir...Amo a mis hijos, ayer yo era todo en su vida, hoy soy parte de la vida que los rodea. Alguién más que existe, para estar ahí, cuando así sea requerido. Pero, hoy frente a mí, veo a unos gigantes, que apasionados de la vida, parecen minimizarme. A veces duele, a veces sólo soy tan pequeña, que no lo siento...no mentira, siempre lo siento, y cada vez duele más. Pués no importa, el resto del mundo, sino "tu mundo", aquel que uno alimentó y vió crecer. La nostalgía quiere visitarme, pero no quiero dejarla entrar. Es una de esas visitas que cuesta sacar de casa...como el mal genio. Me refugio en lo divino y en lo místico que Dios despierta en mi corazón. Y me quedó ahí calladita y quieta para poder escucharlo y saber que desea de mí. Creo, que padezco algún tipo de sordera, pués aunque me esfuerzo, creo que a veces no lo escucho. O será que no quiero escuchar. Al menos eso es lo que me dice mi corazón o los pensamientos que llegan a mi mente.

Caminando por las calles de San Bernardo.

Y al recorrer estas calles, disfruto enormemente de caminar y sentir en mi rostro la brisa otoñal, pisar las hojas que van cayendo a mi paso, como si fueran petálos de rosas lanzados a una novia. Y recorro estos caminos que ayer me vieron pasar...con mis sueños...con mis ilusiones y no puedo evitar que las lágrimas salgan de mis ojos y que mi pecho se apriete con esta sensación que hoy tengo. No puedo evitar recordar tantas veces que he caminado estas calles. De niña...camino a la escuela y de regreso cortando alguna flor fugitiva para mi madre. De joven...con las ansias de ser amada y de amar apasionadamente, con las tristezas que esos sentimientos conllevan o que a mi me dejaron. Y sigo este camino que una y otra vez recorrí, reocrdando cuantas veces pude hacer mil cosas y no las hice. Por...temor, por pánico, por verguenza, por falta de coraje y de pudor provinciano. Ya es tarde para recordar, mucho más para querer retroceder. Sólo puedo ver el camino que voy recorriendo hacía adelante. Nuevamente me tengo a mi misma, como único tesoro poseible. Me veo, que puedo caminar y que puedo recordar, que puedo mirar y disfrutar lo que veo. Que camino más erguida más segura. Que no extraño mis posesiones materiales, porque no son nada, sino puedo disfrutar las hojas...que hoy veo caer.

Yo.

Este es uno de mis lugares favoritos en esta tierra. Donde he podido apreciar la belleza del desierto que contrasta con el nitido color del cielo, que se conjuga con la serenidad y el silencio. Y quizás cierta magia impalpable a los ojos humanos que sólo nuestros sentidos logran palpar. Me mueve llegar hasta ahí por una necesidad de descubrir en este valle la mezquina luna que se muestra en plenitud sólo en aquellos días de luna llena. Me encanta el valle de la luna, los lugares que la rodean. La calidez de su gente, descendientes de un pasado que glorioso permanece en la historia de todos los pueblos del interior. Orgullosos de sus raices, conservadores de sus costumbres y de su linaje. No he pasado el tiempo que realmente deseo, siempre he sido una visitante, pasajera, esporádica y casi furtiva de este lugar. Quizás algún día, que espero no sea tan lejano, pueda llegar hasta allí y permanecer un período un poco más largo. Energía, sol, paisajes, soledad, luna, caminos, rutas altiplanicas y la magía que atrae a este desierto donde te puedes conectar directamente contigo misma. Mell

Amor¿?

No quiero ser la bruja, de nadie.      No quiero ser una vieja de m.....

   Quiero sentirme amada.  

 

 No quiero ser un manojo de frustraciones. Ni un ser impotente que se conforme con mirar fotos añejas y vivir de recuerdos.

Creo, que como todo el mundo sólo necesito amor.    Quizás ya no sea ese loco amor de la juventud.  Quizás sea un amor más calmo que no haga perder la paciencia de nadie.    Que no ahogue. Que no canse.................................................... Como era como yo amaba...?    

Mell

  Vine al mundo para dejar una huella"

Mi doctor...

Bueno, ayer visite mi doctor. Este dolor de espaldas realmente me estaba entorpeciendo el diario vivir. Creo, que no llevo el mundo a cuestas, pero que me estoy haciendo cargo de las responsabilidades de "otras" me esta pesando.

 

Realmente, sí pensé que visitarlo me traería más de unos momentos de reflexión, pués es muy astuto para indagar en lo íntimo de mi ser. Va más allá de lo físico, llega a confrontar mis decisiones en la vida diaria. Le he planteado que es mucho más fácil dar consejos que ponerlos en práctica....pués lo sé por experiencia. 

Su analisis médico, es que debo vivir esta etapa de mi vida como debería ser, relajada y tranquila. Con la conciencia satisfecha de haber cumplido en la vida. De haber realizado una de las tareas más importantes en la vida de una mujer la de procrear y criar de una manera satisfactoria.

Y comenzar a dedicar mi tiempo y mis energías a la persona más importante para mí... Yo misma. 

 

Apelo a mi amor propio, preguntandome si aún me sentía capaz de realizar cosas en la vida. Literalmente, me pregunto si "yo sentía que aún me quedaban neuronas".  Obviamente, que mi respuesta fue positiva. Porque muy dentro mío. No quisiera sentirme frustrada, de muchas cosas que he deseado realizar y que postergo por falta de tiempo. Y por pereza y comodidad también.

 

En fín creo que debí haber previsto todo este mar de cosas que quedarían dando vueltas en mi cabeza después de visitarlo, porque son cosas, que ya las tenía yo, rondando por ahí. 

Realmente, no sé que hacer. Para no sentirme egoista con las decisiones que tome.

 

Realmente, no quiero criar de nuevo. Ya lo hice, no sé si bien o no, pero lo hice con mucho amor y dedicación...y me entregué por entero a esa misión. Quedé agotada. Deseando que todos crecieran y se desarrollaran lo mejor posible. Creo que es una etapa de la vida, donde la responsabilidad de otras vidas depende mucho de todo lo que uno haga o no haga. Y eso es muy agotador tanto físico como mental. 

 

 Amo a estos pequeños ángeles que me estan dando vueltas por ahí. Pero, no quiero que terminen odiandome por ser tan estricta y autoritaria con ellos por tener que educarlos en vez de  regalonearlos y malcriarlos. Que debería ser mi papel en sus vidas. 

 

Me pregunto...¿que és lo que hice mal? o más bien ¿que estoy haciendo incorrectamente? Sigo...queriendo controlar que todo salga bien en mi vida y en la de los demás. Tarea difícil...pués mi anhelo era que cada quien se hiciera cargo de su propia vida. Que es lo que realmente anhela cada ser humano. No depender de nadie en esta vida.

 

Como hacer lo que debo hacer?

 

Mell   

 

  "Vine al mundo para dejar una huella"

Vine al mundo...

   Y es así, hoy a esta edad. La vida me dice que me detenga, que voy muy rápido. Que no miro ni el cielo, ni el mar que tanto amo. Que me abrumo con el día a día que sólo me cansó de vivir apresuradamente. Y es que no puedo...a veces parece que viajo en un tren que no se detiene en ninguna estación, que corre veloz por los rieles y no me deja un respiro.

Quisiera pensar, que todo va a salir bien. Que todo en la vida va a salir bien. Que lo que entregué en la vida, valió la pena. Que cada día entregado sirvió de algo, que le sirvió a alguién. Que pude entregar valores y enseñanzas que puedan permanecer más que en el tiempo en el corazón de los que amo.

Que aunque no las cosas no salgan bien igual seré amada. Que aunque no logré llenar mis propias expectativas en la vida igual me sentiré amada. 

 

Quisiera pensar que hay tiempo de realizar todo aquello que anhelamos, quisiera creer que si lo deseamos podremos alcanzarlo. Quisiera...mucho más que simplemente querer...   


   "Vine al mundo para dejar una huella"

Hoy, comienzo...

De mí:

Este es mi color favorito. Vivo al sur del mundo, en el norte. Donde veo salir el sol cada día y pienso que no agradezco lo suficiente el día que Dios nos regala. Y pienso mientras miro una cara de ángel sonriente...que así es la vida. Te sonríe, te mira y no me detengo lo suficiente para ver lo hermosa que es.

Para mí este blog será como un diario. Donde poder plasmar un poco de lo que cargo día a día sobre mis hombros. Y de lo que ronda y ronda esta cabecita. Que a veces, quiere explotar.

Me canso a menudo, no hago mucho. Me dejo regalonear por esta vida. Quisiera hacer mucho más. Y vivo de eso. De desearlo...pero sigo aquí.

Me atan las cadenas invisibles de la vida. Las que no presionan, no duelen. Las que son parte de mi piel a esta altura y estan incrustadas en mi carne. Sin dolor, quizás con un placer culpable. No lo sé.

Amo la libertad, la amo desde el principio de mi ser. Pero, aún no puedo comprender si es un estado o una forma de vivir.

Como sea, estoy enamorada... De una cara de ángel. De unos ojos color cielo. De un rostro albo como su alma. Y de otro...que tiene la piel tostada por el sol, y que tampoco conoce lo que es dolor.

Pienso, luego existo...quien fue Socratés. Pués yo existo y pienso mucho, demasiado para mí gusto.

Hoy, ya termina. El mañana...siempre hay un mañana. Gracias a Dios.

Tú, no estas.

Y tú no estas. Bueno, no porque no quieras, realmente no puedes. Siempre las distancias han sido una buena aliada para cuando las personas necesitan extrañarse. Es bueno, muy sano. Quizás hasta recomendable. Sé que estas bien. Hace poco hable contigo. Alguien preguntaba por ahí, sí estas comodo? Me imagino que sí, aunque raro, en una cama que no es la tuya, en un lugar donde el ambiente huele a jeringas y cloro. Las noches en un hospital, pueden ser largas hasta interminables. Sólo depende de uno, pués por lo general son muy cortas. Te duermes tarde y te levantan muy temprano. O más bien te despiertan muy temprano. Volveras pronto, lo sé.