Salitrera Santa Laura y La Tirana.
Nuestro viaje comienza visitando la ex-Salitrera Santa Laura a unos 40 minutos de la ciudad de Iquique. Un recorrido por la inmensidad del norte chileno, que nos regala la majestuosidad de lo que un día fuera la brillante època del salitre.
Santa Laura, hoy convertida en museo, conserva en su estructura la imagen de lo que fue en su tiempo. Y en sus edificaciones guarda aún recuerdos visibles de quienes la habitaron, vivieron, murieron y trabajaron ahí. Este recorrido lo hicimos junto a los padres de Javier. Su madre Rosario y su padre Francisco Javier. Quienes comparten unas semanas esquivando el frío del sur. Y disfrutan de unos días soleados en el norte.
Santa Laura, hoy convertida en museo, conserva en su estructura la imagen de lo que fue en su tiempo. Y en sus edificaciones guarda aún recuerdos visibles de quienes la habitaron, vivieron, murieron y trabajaron ahí. Este recorrido lo hicimos junto a los padres de Javier. Su madre Rosario y su padre Francisco Javier. Quienes comparten unas semanas esquivando el frío del sur. Y disfrutan de unos días soleados en el norte.
El siguiente lugar de destino en pleno 16 de Julio nos lleva al Poblado de La Tirana , donde en esa fecha convergen de diferentes lugares de Chile, muchos bailes religiosos que llegan a rendir culto con sus bailes a la Virgen de La Tirana.
Nos acompaña también en este viaje Carolina de Antofagasta, amiga de Javier nuestro hijo y de toda la familia.
Este es el frontis de la Iglesia de La Tirana donde se realiza todo este despliegue de religiosidad y festividad en adoración a la Virgen. Se reunen los grupos de Danzas y el comercio como en todo evento donde hay multitudes.
Es un incesante despliegue de bailes que sin parar uno tras otro rinden honor a la Virgen del Carmen reina de Chile y veneración del pueblo. Muchas veces acompañadas de Bandas que vienen de paises vecinos como de Oruro en Bolivia, nos acompañan debido a su vasta experiencia en estos Bailes Religiosos.
He visto este despliegue de bailes y música cada vez me parece más auténtico como esta muestra de amor y sacrificio los lleva en su devoción a bailar y bailar a la Virgen María.
Aquí me encuentro con mi sobrino Cristobal quien es un poco escéptico de todo este despliegue de fervor cristiano, pero que nos acompaña y disfruta de ver todo esto tan típico del norte chileno y de la cultura propia de estas tierras altiplanicas.
Aquí me encuentro en el frontis de la antigua Iglesia donde también se reunen los fieles a manifestar sus creencias en las solemnes misas que ahí se realizan en esos días.